Antes de ser el editor de foto de una importante revista de autos, Jorge Garza fue un exitoso fotógrafo independiente durante ocho años. Su oficina era su casa. “Al principio fue difícil porque me levantaba tarde y trabajaba hasta en la cocina. Pero cuando entendí que también hay reglas cuando eres tu propio jefe, todo cambió”, recuerda.
Así que si planeas o ya operas un negocio desde casa, toma en cuenta algunos factores para arrancar y desarrollar con éxito tu empresa.
1. Disfruta lo que haces.
Para que un proyecto sea exitoso es importante que te guste, creas en él y lo disfrutes. “Estudié ingeniería industrial y en el octavo semestre tomé un curso de fotografía. Ahí decidí que quería hacer esto toda la vida”, cuenta Garza.
Aunque arriesgado, sabía que le iría mucho mejor haciendo lo que le gustaba. Cuando una persona realiza un trabajo que le entusiasma y, por lo tanto, pone todo su empeño para que salga bien; el cliente lo percibe. Esto, con el paso del tiempo, se convierte en flujo de efectivo constante.
2. Luce como todo un profesional.
Si te dedicas a vender productos de belleza tendrás forzosamente que lucir impecable diario. O bien, si comercializas o representas a una empresa de productos naturistas lo más recomendable es que tengas una buena figura y que la gente vea que consumes tus productos. Sólo así ganarás la confianza de tus prospectos y mantendrás cautivos a quienes ya te compran.
“Sin importar lo que hagas siempre debes tener una buena apariencia. Eso marca la diferencia entre un profesional y alguien que sólo está probando suerte; sobre todo, cuando tú eres tu propio negocio”, aconseja el fotógrafo.
3. Prepárate para ser el mejor.
“La primera vez que me pidieron fotografiar relojes entregué mal el trabajo. No sabía que las manecillas deben señalar las 10:15, de lo contrario, la marca no se ve”, cuenta Garza. Esta experiencia lo llevó no sólo a buscar cursos y diplomados, sino a hojear revistas y aprender los trucos que los grandes fotógrafos utilizan.
Si trabajas de manera independiente profesionalízate, suscríbete a publicaciones y boletines especializados, investiga cómo desarrollar tu propia estrategia de ventas, administración, mercadotecnia y publicidad, y analiza lo que hace tu competencia.
4. Diseña y arma tu espacio.
“Solía trabajar en el desayunador hasta que mi esposa me dijo: o pones tu cámara en su lugar o no vuelvo a cocinar”, dice Jorge. Si vives en un departamento, por ejemplo, no tienes que invertir grandes cantidades, basta con elegir un espacio y separarlo para tener tu propia oficina o almacén.
Garza acondicionó un área determinada, alejada de cosas que podían distraerlo (como la televisión) e incluso montó una galería para mostrar sus piezas. Si en tu caso comercializas ropa o cosméticos, lo mejor es que tengas ese espacio limpio y ordenado para que tus clientes sientan que tratan con un profesional. No olvides pedir a tu familia que respete tu zona de trabajo.
5. Lleva tu oficina a donde quieras.
“Pasaba más horas en la calle que en ‘mi oficina’. Por eso compré un smartphone, donde recibía los mails de clientes que necesitaban de mis servicios, revisaba en línea si ya me habían depositado en mi cuenta bancaria y hasta podía chatear con mis amigos”, explica Garza. La renta de un celular inteligente con Internet ilimitado va de $500 a $800 (dependiendo de la compañía con la que contrates un plan tarifario). También ya hay en el mercado mini-computadoras o notebooks desde $3,500 equipadas con herramientas básicas, como procesador de textos, hoja de cálculo y conexión inalámbrica a Internet.
6. Personaliza tu oferta. Una de las ventajas de tener un negocio desde casa es que tienes la posibilidad de brindar un servicio a la medida de cada persona. Desde entregar la mercancía o pedido el día y bajo las condiciones señaladas, hasta enviar correos electrónicos anunciando paquetes diseñados exclusivamente para cada uno de tus clientes. Todo se vale.
“Sabía lo que buscaban mis clientes y así armaba mis estrategias de mercadotecnia. Por ejemplo, en las revistas de negocios valoran mucho la fecha de entrega, mientras que en las de sociales un plus es tomar los nombres de las personas fotografiadas en un evento”, cuenta.
7. Suma valor a tu oferta.
Estamos en una época donde la gente valora su tiempo. Lavado de autos en 15 minutos, 30 minutos o la pizza es gratis, etc. Por lo tanto, es importante que tus clientes actuales y potenciales vean en tus productos o servicios la vía para resolver un problema y facilitarse la vida.
“He escuchado a varias personas decir: vale más malo por conocido que bueno por conocer. Si hay negocios que triunfan porque son los menos malos, imagina hasta dónde llegarás con un servicio de calidad”, afirma Garza.
8. Vende sólo beneficios.
Cuando hables de tu producto o servicio siempre inicia con el testimonio de tus clientes actuales.
También es recomendable que en tu propaganda –ya sean volantes, página Web, blog, boletines y otros medios como correos electrónicos y perfiles en Facebook y Twitter– incluyas las experiencias de tus compradores satisfechos. “Con la galería que monté en casa mis amigos veían mi trabajo y me recomendaban. Creo que uno de los medios para promover tu trabajo independiente es la recomendación de boca en boca: es barata y el mensaje siempre llega”, asegura el fotógrafo.
9. Crea lazos personales.
Haz que tu cliente sienta que tu concentración, esfuerzo y creatividad están en el proyecto para el que fuiste contratado, sólo así dejarás de ser un proveedor para convertirte en un asesor experto. “Cada que me contrataban para una sesión dejaba parte de mi corazón en cada foto y eso lo percibían las personas. Parece mágico, pero esa actitud atrae a más clientes”.
10. Organiza tu tiempo.
Uno de los problemas recurrentes de los emprendedores que operan desde casa es que carecen de un método de trabajo. Los resultados: trabajo a media noche, fines de semana laborales, vacaciones retrasadas y entregas fuera de tiempo. De ahí la necesidad de fijar horarios de trabajo, igual que si se trabajara para una empresa.
También hay que diseñar procesos eficientes para eliminar pasos inútiles en tus operaciones diarias.
11. Ponle precio a tu trabajo.
Si fabricas tus productos, vendes artículos por catálogo o prestas servicios, calcula cuánto inviertes para producir o generar tu oferta, luego investiga los precios de tu competencia y así tendrás una idea de cuál es la tarifa correcta. Aunque trabajes por tu cuenta recuerda que eres un profesionista y que tu trabajo tiene un valor agregado. Al momento de fijar el precio debes considerar tus estudios, lo que has invertido en tu preparación y la experiencia acumulada para llegar a ser el mejor.
12. Aprende a cobrar.
Parece un consejo obvio, pero en la práctica no todos saben llevarlo a cabo. Para empezar, vende tus productos u ofrece tus servicios entre tus conocidos, amigos y familiares; de esta manera, puedes diseñar estrategias de cobro de acuerdo a cada perfil.
Establece plazos para cobrar, mismos que deben ir de 15 a 30 días máximo. Recuerda que conforme sumes nuevos consumidores, esta labor será más sencilla.
13. Haz tu negocio autosuficiente.
Un grave error es financiar los proyectos de tus clientes con tus propios recursos. Lo mejor es pedir un anticipo (normalmente del 50% del monto total) y el resto cobrarlo una vez concluido el contrato o entregada la mercancía.
Por otro lado, para hacerte de un inventario, solicita un microcrédito al banco e incluso a uno de tus proveedores para siempre contar con unidades suficientes para satisfacer la demanda de tus clientes. Regla de oro: una cosa es el dinero del negocio, otra el dinero propio y otra el que destinas a tu casa.
14. Diseña múltiples formas de pago.
Ya no tendrás que ir a la oficina o casa de tus clientes a cobrar. Una opción es abrir una cuenta bancaria destinada únicamente a los ingresos de tu negocio. Así, tus clientes pueden depositarte en ventanilla o hacer una transferencia vía banca electrónica.
Otra forma de asegurar el flujo constante de efectivo en tu negocio es diseñar diferentes esquemas de pago. Por ejemplo, pagos semanales, quincenales o mensuales. Se vale dar prórrogas, pero que esto sea sólo la excepción y no la regla.
Espero que estainfrmacion Antes de ser el editor de foto de una importante revista de autos, Jorge Garza fue un exitoso fotógrafo independiente durante ocho años. Su oficina era su casa. “Al principio fue difícil porque me levantaba tarde y trabajaba hasta en la cocina. Pero cuando entendí que también hay reglas cuando eres tu propio jefe, todo cambió”, recuerda.
Así que si planeas o ya operas un negocio desde casa, toma en cuenta algunos factores para arrancar y desarrollar con éxito tu empresa.
1. Disfruta lo que haces.
Para que un proyecto sea exitoso es importante que te guste, creas en él y lo disfrutes. “Estudié ingeniería industrial y en el octavo semestre tomé un curso de fotografía. Ahí decidí que quería hacer esto toda la vida”, cuenta Garza.
Aunque arriesgado, sabía que le iría mucho mejor haciendo lo que le gustaba. Cuando una persona realiza un trabajo que le entusiasma y, por lo tanto, pone todo su empeño para que salga bien; el cliente lo percibe. Esto, con el paso del tiempo, se convierte en flujo de efectivo constante.
2. Luce como todo un profesional.
Si te dedicas a vender productos de belleza tendrás forzosamente que lucir impecable diario. O bien, si comercializas o representas a una empresa de productos naturistas lo más recomendable es que tengas una buena figura y que la gente vea que consumes tus productos. Sólo así ganarás la confianza de tus prospectos y mantendrás cautivos a quienes ya te compran.
“Sin importar lo que hagas siempre debes tener una buena apariencia. Eso marca la diferencia entre un profesional y alguien que sólo está probando suerte; sobre todo, cuando tú eres tu propio negocio”, aconseja el fotógrafo.
3. Prepárate para ser el mejor.
“La primera vez que me pidieron fotografiar relojes entregué mal el trabajo. No sabía que las manecillas deben señalar las 10:15, de lo contrario, la marca no se ve”, cuenta Garza. Esta experiencia lo llevó no sólo a buscar cursos y diplomados, sino a hojear revistas y aprender los trucos que los grandes fotógrafos utilizan.
Si trabajas de manera independiente profesionalízate, suscríbete a publicaciones y boletines especializados, investiga cómo desarrollar tu propia estrategia de ventas, administración, mercadotecnia y publicidad, y analiza lo que hace tu competencia.
4. Diseña y arma tu espacio.
“Solía trabajar en el desayunador hasta que mi esposa me dijo: o pones tu cámara en su lugar o no vuelvo a cocinar”, dice Jorge. Si vives en un departamento, por ejemplo, no tienes que invertir grandes cantidades, basta con elegir un espacio y separarlo para tener tu propia oficina o almacén.
Garza acondicionó un área determinada, alejada de cosas que podían distraerlo (como la televisión) e incluso montó una galería para mostrar sus piezas. Si en tu caso comercializas ropa o cosméticos, lo mejor es que tengas ese espacio limpio y ordenado para que tus clientes sientan que tratan con un profesional. No olvides pedir a tu familia que respete tu zona de trabajo.
5. Lleva tu oficina a donde quieras.
“Pasaba más horas en la calle que en ‘mi oficina’. Por eso compré un smartphone, donde recibía los mails de clientes que necesitaban de mis servicios, revisaba en línea si ya me habían depositado en mi cuenta bancaria y hasta podía chatear con mis amigos”, explica Garza. La renta de un celular inteligente con Internet ilimitado va de $500 a $800 (dependiendo de la compañía con la que contrates un plan tarifario). También ya hay en el mercado mini-computadoras o notebooks desde $3,500 equipadas con herramientas básicas, como procesador de textos, hoja de cálculo y conexión inalámbrica a Internet.
6. Personaliza tu oferta. Una de las ventajas de tener un negocio desde casa es que tienes la posibilidad de brindar un servicio a la medida de cada persona. Desde entregar la mercancía o pedido el día y bajo las condiciones señaladas, hasta enviar correos electrónicos anunciando paquetes diseñados exclusivamente para cada uno de tus clientes. Todo se vale.
“Sabía lo que buscaban mis clientes y así armaba mis estrategias de mercadotecnia. Por ejemplo, en las revistas de negocios valoran mucho la fecha de entrega, mientras que en las de sociales un plus es tomar los nombres de las personas fotografiadas en un evento”, cuenta.
7. Suma valor a tu oferta.
Estamos en una época donde la gente valora su tiempo. Lavado de autos en 15 minutos, 30 minutos o la pizza es gratis, etc. Por lo tanto, es importante que tus clientes actuales y potenciales vean en tus productos o servicios la vía para resolver un problema y facilitarse la vida.
“He escuchado a varias personas decir: vale más malo por conocido que bueno por conocer. Si hay negocios que triunfan porque son los menos malos, imagina hasta dónde llegarás con un servicio de calidad”, afirma Garza.
8. Vende sólo beneficios.
Cuando hables de tu producto o servicio siempre inicia con el testimonio de tus clientes actuales.
También es recomendable que en tu propaganda –ya sean volantes, página Web, blog, boletines y otros medios como correos electrónicos y perfiles en Facebook y Twitter– incluyas las experiencias de tus compradores satisfechos. “Con la galería que monté en casa mis amigos veían mi trabajo y me recomendaban. Creo que uno de los medios para promover tu trabajo independiente es la recomendación de boca en boca: es barata y el mensaje siempre llega”, asegura el fotógrafo.
9. Crea lazos personales.
Haz que tu cliente sienta que tu concentración, esfuerzo y creatividad están en el proyecto para el que fuiste contratado, sólo así dejarás de ser un proveedor para convertirte en un asesor experto. “Cada que me contrataban para una sesión dejaba parte de mi corazón en cada foto y eso lo percibían las personas. Parece mágico, pero esa actitud atrae a más clientes”.
10. Organiza tu tiempo.
Uno de los problemas recurrentes de los emprendedores que operan desde casa es que carecen de un método de trabajo. Los resultados: trabajo a media noche, fines de semana laborales, vacaciones retrasadas y entregas fuera de tiempo. De ahí la necesidad de fijar horarios de trabajo, igual que si se trabajara para una empresa.
También hay que diseñar procesos eficientes para eliminar pasos inútiles en tus operaciones diarias.
11. Ponle precio a tu trabajo.
Si fabricas tus productos, vendes artículos por catálogo o prestas servicios, calcula cuánto inviertes para producir o generar tu oferta, luego investiga los precios de tu competencia y así tendrás una idea de cuál es la tarifa correcta. Aunque trabajes por tu cuenta recuerda que eres un profesionista y que tu trabajo tiene un valor agregado. Al momento de fijar el precio debes considerar tus estudios, lo que has invertido en tu preparación y la experiencia acumulada para llegar a ser el mejor.
12. Aprende a cobrar.
Parece un consejo obvio, pero en la práctica no todos saben llevarlo a cabo. Para empezar, vende tus productos u ofrece tus servicios entre tus conocidos, amigos y familiares; de esta manera, puedes diseñar estrategias de cobro de acuerdo a cada perfil.
Establece plazos para cobrar, mismos que deben ir de 15 a 30 días máximo. Recuerda que conforme sumes nuevos consumidores, esta labor será más sencilla.
13. Haz tu negocio autosuficiente.
Un grave error es financiar los proyectos de tus clientes con tus propios recursos. Lo mejor es pedir un anticipo (normalmente del 50% del monto total) y el resto cobrarlo una vez concluido el contrato o entregada la mercancía.
Por otro lado, para hacerte de un inventario, solicita un microcrédito al banco e incluso a uno de tus proveedores para siempre contar con unidades suficientes para satisfacer la demanda de tus clientes. Regla de oro: una cosa es el dinero del negocio, otra el dinero propio y otra el que destinas a tu casa.
14. Diseña múltiples formas de pago.
Ya no tendrás que ir a la oficina o casa de tus clientes a cobrar. Una opción es abrir una cuenta bancaria destinada únicamente a los ingresos de tu negocio. Así, tus clientes pueden depositarte en ventanilla o hacer una transferencia vía banca electrónica.
Otra forma de asegurar el flujo constante de efectivo en tu negocio es diseñar diferentes esquemas de pago. Por ejemplo, pagos semanales, quincenales o mensuales. Se vale dar prórrogas, pero que esto sea sólo la excepción y no la regla.
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