Un espacio de trabajo acorde con tu personalidad estimula la concentración y aumenta la productividad, según revela el estudio Por qué el diseño de la oficina importa, de la Escuela de Negocios de Harvard. El problema es saber cómo hacerlo con un presupuesto que no complique la inversión inicial de un negocio. ¿Quién mejor que el reconocido arquitecto Ezequiel Farca –premiado a nivel internacional por sus diseños de interiores– para ayudarte a armar un lugar práctico, funcional y estético?
Para empezar, es necesario dejar clara la diferencia entre un estudio y una oficina. El estudio, dice Farca, es un espacio para el descanso o de convivencia donde se puede trabajar. En cambio, una oficina es un espacio personal para el desarrollo de labores y proyectos específicos.
Si piensas emprender con un negocio desde casa, ten en cuenta las siguientes recomendaciones. (Recuerda que ésta es sólo una base para armar tu espacio, con sugerencias sobre mobiliario y equipo. Al final, está en tus manos elegir los elementos que mejor reflejen tu personalidad y estilo de trabajo).
Los elementos básicos
1. Escritorio. La opción más recomendable es un diseño estándar, que pueda utilizarse con diferentes estilos. Busca características como la sobriedad y la elegancia, que no necesariamente son sinónimos de un diseño aburrido. La altura de un escritorio para adultos debe ser de 75cm aproximadamente.
También debe tener una superficie amplia, para poder distribuir todos los objetos necesarios (libros, lámpara, computadora, etc.) y reservar un espacio libre para trabajar con comodidad.
2. Lámpara. Ezequiel recomienda que, independientemente del resto de la iluminación, se cuente con una lámpara de escritorio, de preferencia con luz LED para evitar problemas en la vista. Entre menos cableado tenga es mucho mejor. Las de brazo articulado permiten mayor movilidad y más ángulos para ajustar la dirección y modular la luz. Las fijas deben tener una postura cómoda y no se recomienda que sean muy altas.
3. Silla. La ergonomía es el primer requisito para escogerla. Hay que procurar que sea ligera y de líneas acogedoras. Las curvas del asiento y del respaldo deben resultar cómodas al sentarse y producir un confort envolvente. La superficie del asiento debe tener 42x40cm y tener redondeado el borde delantero. Un respaldo curvo y ligeramente inclinado hacia atrás brinda comodidad y firmeza al mismo tiempo.
4. Archivero. Lo importante es que cumpla con dos necesidades: que sea móvil y que en poco espacio quepan muchas cosas. Este elemento debe estar en sintonía con el resto de la composición (silla, escritorio, computadora, accesorios, etc.). El material debe ser muy resistente y la estructura lo suficientemente firme para soportar el movimiento constante. Es recomendable que las líneas sean muy definidas.
ESTILO Y FUNCIONALIDAD
Los principios básicos para elegir los elementos para trabajar son practicidad y estilo, y esto se aplica especialmente a tu lámpara de escritorio. Por ejemplo, este diseño de Héctor Esrawe ofrece lo esencial: buena iluminación, un tamaño pequeño (5 cm de ancho y 70 de largo), un color neutro (blanco), líneas suaves y redondas, y resistencia (usa material Corian, focos LED y un cable coaxial). Además tiene una forma original de encenderse: basta con conectarla y mantenerla erguida, ya que usa un interruptor de inclinación. Cuando reposas la cara luminosa sobre el escritorio, se apaga automáticamente.
El espacio ideal
Cuando destines un área determinada sólo para trabajar, fíjate que tenga al menos una entrada de luz natural y que el espacio tenga suficiente amplitud para incluir otros muebles además de los elementos básicos (libreros, mesitas, sillas, impresoras). Cuida desde un principio que el lugar se adapte a tus necesidades de distribución, para que no tengas que mover la computadora y los cables de un lugar a otro constantemente.
Además, contempla la posibilidad de recibir a alguien en tu oficina y adquiere una silla extra. Y recuerda: para poder concentrarse, un espacio de trabajo apto debe estar bien iluminado, bien ventilado y ser lo más silencioso posible.
Distribución
Es recomendable que, al ubicar el lugar donde te vas a sentar, dejes por lo menos un espacio de 1.5m para que te puedas desplazar con facilidad hacia los lados y hacia atrás. Si hay ventanas, lámparas y otras entradas de luz, vigila que tu computadora quede en posición perpendicular a ellas para evitar reflejos en la pantalla. Además, ésta debe quedar en medio del escritorio, para que tengas espacio libre a tu alrededor donde puedas acomodar tus instrumentos de trabajo o tomar notas. No es recomendable que el escritorio esté a la mitad de la oficina. Divide en tres partes la habitación y ubícalo en uno de los tercios, en la zona menos próxima a la puerta.
Mobiliario
Los muebles deben cumplir los siguientes requisitos: ergonomía, ligereza, resistencia y acabados acordes con el estilo que hayas elegido para tu espacio. La tecnología es básica, así que todo debe ayudar a una mejor disposi-ción de impresoras, escáneres y elementos de iluminación. Lo más importante es que el acomodo y la instalación sean eficientes y sobre todo, ordenadas. Una correcta área de trabajo cuenta, generalmente, con mesa o restirador, lámpara, archivero, silla, cestos para la basura, un sillón y en ocasiones libreros y repisas.
Iluminación
En general, la luz de una oficina debe ser blanca o azulada para reducir la fatiga. En caso de que haya luz natural, es aconsejable que emplees filtros, como cristales tintados o cortinas de algún tipo para matizarla. Las paredes deben mantener un color estándar, de preferencia liso, sin texturas. El color blanco permite trabajar mejor en un espacio sin mucha luz, y si utilizas focos de luz LED lograrás una iluminación más precisa. Ten en cuenta que el azul claro facilita la concentración. La madera, sobre todo para el piso, da una sensación de calidez que puede ayudar a mantenerte relajado. Además de la iluminación tradicional, una lámpara para el escritorio es indispensable para poder leer sentado en tu lugar de trabajo.
Decoración
La estética se identifica con el usuario y no al revés: imprimirle tu sello a tu espacio de trabajo es determinante para que seas productivo, independientemente de la funcionalidad. La estética también sirve para estimular a quien va a trabajar y para proyectar una filosofía de trabajo a quienes lo visiten. Por eso, antes de decorar un lugar lo esencial es estudiar la actividad a realizar. Si vas a remodelarlo, los nuevos elementos deben tener armonía con los viejos y, de preferencia, evitar el contraste. Los colores y adornos también tienen que guardar relación con las tareas cotidianas y buscar tu comodidad. Un tip: una pieza de arte siempre estimula la imaginación y le dará un toque especial a tu oficina.
fuente: soyentrepeneur
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