Si bien trabajar desde tu casa ofrece múltiples ventajas, como mayor libertad, flexibilidad y calidad de vida, también requiriere de un alto nivel de motivación, organización y disciplina.
En especial si tu anterior trabajo era en una gran empresa, donde tenías un trabajo bien definido, personal especializado para solucionar tus problemas cotidianos y un supervisor controlándote durante el día, debes saber crear y adaptarte a tu nueva rutina.
Si quieres trabajar desde casa sin bajar tu nivel de productividad, ten en consideración los siguientes aspectos:
1. Ser versátil. A diferencia de trabajar en una corporación que cuenta con recursos y especialistas en diversas áreas, en casa tendrás que arreglártelas solo, desde arreglar el computador a manejar tus cuentas.
Aunque hay empresas que ofrecen servicios especializados para negocios caseros, con un buen manejo de internet y programas como QuickBooks y Microsoft Office podrás ser autosuficiente y ahorrar algunos pesos.
2. Planificar tu horario. Si estás acostumbrado a un ritmo de trabajo impuesto por tu empleador, armar tu propio horario puede transformarse en un problema.
Si bien todos dicen que necesitan mayor libertad en el trabajo, la mayoría de la gente funciona mejor bajo una rutina.
Por eso es bueno ordenar tu tiempo mediante un horario.
Por ejemplo, si comienzas a trabajar a las 9 a.m., puedes revisar tu correo electrónico y hacer algunas llamadas durante la primera hora, y luego trabajar un par de horas más hasta el almuerzo.
Después de almuerzo, puedes realizar otras llamadas, para volver a trabajar por cuatro horas más, hasta finalizar tu día laboral.
Consejo: trata de trabajar en las mismas horas que lo hacen tus clientes, te va a ahorrar muchos problemas.
3. Establecer metas. Así como crear tu horario para ordenar tu tiempo, establecer metas te va a ayudar a alcanzar recompensas tangibles y alcanzar la tan ansiada satisfacción laboral.
Por ejemplo, tu primera meta puede ser ganar tanto dinero como ganabas contratado.
4. Resistir las distracciones. Uno de los mayores desafíos de trabajar desde casa son las constantes fuentes de distracciones.
Si bien ya no tendrás que preocuparte de las aburridas reuniones o de los rumores de oficinas, tendrás un sinnúmero de elementos compitiendo por tu atención, desde los niños y mascotas, a la televisión, arreglos hogareños y por supuesto, el refrigerador.
Por eso es buena idea trabajar en una recámara con puerta, para mantener las distracciones afuera.
5. Saber ponerle fin al trabajo. No importa cuanto trabajo te quede por delante, al final del día debes saber dar término a tu trabajo, aún cuando vayas a revisar tu email luego de la cena para revisar algún pedido atrasado, debes tener tiempo suficiente para tu familia y para ti mismo.
Al comenzar a trabajar desde casa, muchos descubren su lado "trabajólico".
Si bien cuando comienza a arrancar tu negocio puede requerir un poco de trabajo extra, también debes equilibrar tus otras responsabilidades.
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