sábado, 25 de septiembre de 2010

Que hacer cuando tú hijo no quiere continuar con el negocio.

Fue en el mundo ferretero donde el padre encontró su modo de vida. Su sueño era que el negocio creciera, incluso después de su retiro, pues estaba convencido de que su hijo tomaría el timón del barco. Pero jamás imaginó que al proponérselo recibiría un rotundo “no” como respuesta. “Mi camino es otro”, dijo su hijo. “Quiero estudiar veterinaria fuera de la ciudad”.

Con el tiempo, la ferretería bajó sus cortinas y su hijo se convirtió en consultor. Tal como le ha pasado a muchísimos negocios familiares, la falta de un sucesor terminó por acabar con el sueño de un emprendedor. Y las cifras lo comprueban. Una encuesta de la Universidad de Monterrey (UDEM) señala que un 72% de los jóvenes regiomontanos, cuyos padres dirigen empresas familiares, no están interesados en continuar al frente del negocio cuando llegue el momento de la sucesión.

¿La razón? Intereses distintos y ganas de iniciar un proyecto propio y diferente. ¿La solución? Encontrar un nuevo sucesor y preparar a los hijos para ser dueños de la empresa, aunque no trabajen directamente en ella. Si quieres pasar la estafeta a tu hijo, escucha, planea y decide con la mayor antelación posible. ¡Evita poner en riesgo la vida de tu empresa familiar!

Planifica
El peor error que puedes cometer es no planificar. Considera que esta acción no es sólo crear un manual sobre cada acción que se lleve a cabo en el negocio, sino sobre cada decisión que se tome en familia. Incluida la selección de candidatos que participarán en la firma.
Cuando se habla de sucesión hay que distinguir entre el traspaso de la propiedad, de la dirección y de la operación. Toma en cuenta que no es un proceso que se dé de un día para otro; debe ser planificado y puede llevar muchos años.
Es importante hacer un plan y saber cuándo entregar la estafeta y en qué momento comunicar los planes a los involucrados, accionistas y colaboradores.
Un proceso de sucesión exitoso se logra sólo si el fundador analiza sus opciones desde el día uno. El consejo es que desde que los hijos nacen se analicen sus capacidades y gustos, además de involucrarlo con el quehacer de la compañía. Pero ojo: esto no es garantía de que al final se queden al frente.

 En las empresas familiares la sucesión comienza al desarrollar en los hijos cierta cercanía con la actividad de la empresa.
“Se trata de un proceso que se da de forma natural cuando los padres inculcan el amor por la compañía a sus hijos”, “Si los hijos se involucran desde que son pequeños, los padres podrán identificar las áreas donde podrían desempeñarse y orientarlos hacia ese camino”.

Considera que debes ser suficientemente hábil para mostrar la naturaleza de la empresa e invitarlos ocasionalmente. Si los jóvenes descubren que el negocio es interesante será más sencillo que se enganchen y “es así como hay negocios hasta con cuartas generaciones”. Lo más importante en este plan es dialogar para evitar sorpresas, ya que generalmente los padres deciden sin preguntar y el resultado es que los jóvenes tienen otros planes.

Mi respuesta es “no”
Lo primero que debes hacer al planificar el futuro de tu empresa es proponerle a tu hijo que se quede en el negocio, pero sin forzar su respuesta. Sólo plantear, para que él evalúe. Si su respuesta es negativa, lo más importante será que respetes la decisión que tome.

 Ante estas situaciones hay que dar completa libertad de decisión a los posibles sucesores. “No hay nada más inconveniente que forzar a alguien a hacer un trabajo que no le interesa o para el que quizás no tiene la capacidad necesaria”.

Apóyalo en las decisiones que él considere convenientes, pero hazle saber que también existe la posibilidad de integrarse al negocio familiar. De esta forma comenzará a interesarse en la empresa. De lo contrario, puede suceder que él lo sienta como una carga y vea en éste una barrera hacia su triunfo personal y profesional.

“El proceso de sucesión es complicado y en ocasiones doloroso, por lo que se debe planificar desde temprana edad”, señala el consultor. “Esto te permitirá prever escenarios en caso de que tu elegido decida que su camino no va en la misma dirección de la empresa familiar”.

Abre el abanico
Si el sucesor que seleccionaste decide no estar al frente del negocio, ya sea porque no está capacitado o no tiene interés, piensa en otras posibilidades como buscar a alguien más de la familia. Puedes comenzar con el resto de tus hijos e hijas y sobrinos.
“Si tu hijo cree que su camino va en otra dirección, no ignores ese llamado. Habla con él, porque también puede ser que huya del negocio por rebeldía”.

Normalmente las mujeres “brillan por su ausencia” en los casos de sucesión. “Al considerarlas se aumentan al doble las posibilidades o el número de posibles sucesores”.

Otras opciones: contratar profesionales externos, seleccionar a alguno de tus empleados actuales para dirigir, buscar una sociedad con otro grupo, fusionar o simplemente vender.


Sobre todo, piensa en buscar alguien ajeno a la familia. Si no quieres vender, lo mejor es diseñar una estrategia de recursos humanos que te permita encontrar a un líder capacitado para continuar con la tarea.

Y para no perder el control de la empresa, crea un Consejo de Administración. En él podrás analizar con todos los socios o accionistas de la compañía los resultados del equipo directivo, además de tomar las decisiones estratégicas del negocio.

5 pasos para planificar la sucesión
 
Soy Franqicia sugiere un modelo formado por cinco pasos que ayudará en la planeación de la sucesión.

1. Diagnóstico. Se ven las potencialidades de los posibles sucesores y las condiciones de la empresa.
2. Planificación. En qué momento pasar la estafeta.
3. Entrenamiento. Preparación del sucesor.
4. Transferencia. Cambio de roles.
5. Culminación. Después del cambio, qué sigue

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