En esta ocasión presentamos los requerimientos mínimos necesarios para abrir una cafetería
que puede ser desde un tradicional coffee shop o seguir las tendencias
de un moderno coffee lounge. Esta oportunidad de negocio podría arrancar
siguiendo la corriente del consumo de café orgánico, té chai, té verde y
otras barras de café gourmet y promete ganancias superiores a los 70 mil pesos mensuales. (Saca la cuenta en tu moneda local).
Ya sea para reunirnos con los amigos, comprar un café
para llevar o tan sólo para "pasar el rato", lo cierto es que muchos de
nosotros acudimos a una cafetería como parte de nuestro estilo de vida.
Es más, quizá en este mismo momento usted esté saboreando un espumoso
café mientras lee esta revista. Existe una variedad de conceptos de los
cuales puede escoger para emprender en esta oportunidad de negocio donde
el punto más importante será la calidad del producto (café de altura),
la barra de cafés que ofrezca y un buen servicio al cliente.
El monto de
la inversión dependerá de la decoración y ambientación que desee darle
al lugar y, por supuesto, de la zona donde decida instalar su negocio.
La selección del lugar ligado al concepto de la cafetería serán las claves de su éxito, ya que dependiendo de la zona en que se ubique
usted podrá determinar el tipo de cafetería que le gustaría
desarrollar. Por ejemplo, al interior de un centro comercial o en un
área de oficinas y bancos, el negocio bien puede ser una cafetería
montada en un pequeño local con un diseño sencillo y poca
infraestructura que venda principalmente bebidas para llevar; mientras
que en una zona céntrica o en una avenida transitada, la cafetería sería
un punto de reunión donde los clientes pueden pasar horas en el
establecimiento, para lo cual se tendría que elegir una amplia
superficie y un buen equipamiento.
Tal es el caso de Ernesto Monroy Yurrieta, quien eligió
una casona construida en los años cincuenta ubicada en una de las
avenidas más clásicas y antiguas de la ciudad de Toluca para abrir El Laberinto,
un local que combina una cafetería con una librería y donde los
clientes pueden hojear un buen libro mientras degustan el espresso de su
preferencia.
Una de las bondades de este tipo de negocios es que no
tienen un arranque lento, pues desde el inicio empiezan con un buen
registro de ventas. Desde su apertura, El Laberinto se posicionó
rápidamente entre los consumidores y, a un año y medio de su
inauguración, es ya un lugar al que concurren clientes de todo tipo y
edades a cualquier hora del día. "Encontramos un muy buen nicho porque
recibimos clientes que van desde los muy jóvenes que vienen en grupo,
hasta los intelectuales solitarios que se sientan a leer acompañados de
una taza de café", comenta nuestro entrevistado.
Monroy Yurrieta dice que otro segmento de su clientela
"ha encontrado en El Laberinto un espacio de expresión cultural", ya
que además el lugar se ha identificado también como un recinto de arte
donde se celebran desde círculos literarios o exposiciones de pintura
hasta clases de inglés u otros talleres. Y agrega: "este espacio lo
puede usar quien lo desee".
Nos explica que no existía una cafetería-librería
así en su localidad, por lo que "quisimos complementar el concepto con
buena lectura a través de libros y de una importante colección de
revistas, acervo que puede leer el cliente mientras se toma un café". En
lo que una vez fueron las recámaras del inmueble, ahora se adaptaron
salones privados donde también tienen juegos de mesa, ajedrez y
rompecabezas.
Este empresario, de poco más de 40 años, invirtió entre
1.8 y dos millones de pesos para iniciar este negocio. Los recursos
fueron destinados principalmente al alquiler de la casona, su
rehabilitación y adecuación (para lo cual contrató a diseñadores que
respetaron las características del inmueble), a los 10 mil volúmenes de
acervo bibliográfico -donde la mayoría de las casas editoras le pidieron
los pagos de contado-, y otra parte fue para la compra de mobiliario y
el equipamiento necesario, así como para la decoración del lugar.
Transcurrieron cinco meses desde que planeó abrir el negocio hasta su apertura. "Ha sido un negocio rentable", sostiene.
"Todos los meses hemos vendido más que el anterior".
Dieciocho meses después lleva facturados 2.5 millones de
pesos con un promedio de ventas de casi 140 mil pesos al mes. "Al día
de hoy hemos atendido más de 25 mil cuentas y hemos servido más de 30
mil shots de café", concluye Monroy.
La cuenta promedio, en este tiempo ha sido de 100 pesos.
fuente: soyentrepeneur
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