La innovación debe
ser un proceso continuo, sustentado en una metodología para la
generación del conocimiento, el aprovechamiento de las oportunidades de
innovación, su desarrollo y su protección.
La sistematización del proceso innovador es el punto de origen, y son siete los elementos que aplicados a la empresa aumentarán la capacidad de innovar. Toma nota:
1. Cultura de innovación
Una empresa que defienda la cultura de la innovación favorecerá la generación de un círculo virtuoso que motive los comportamientos innovadores de cualquier miembro o equipo de la empresa.
La empresa debe ser capaz de sostener en el tiempo esta cultura, para aumentar la credibilidad y confiabilidad de todos. Además, siempre debe sustentarse en un líder o líderes, que sean capaces de transmitir ilusión, motivación, implicación y continua predisposición a emprender nuevos proyectos.
2. Equipo humano. Cualquier proyecto o actividad innovadora debe tener un equipo o personal responsable que, respaldado por la dirección, actúe como líder movilizando a las personas, estableciendo los objetivos y planificando el proceso.
3. Herramientas de apoyo. Una empresa favorable a la innovación debe asegurar los procedimientos, herramientas e instrumentos para generar conocimiento y detectar oportunidades: la creación de grupos de trabajo, sesiones en las que se fomente el trabajo en equipo, la creatividad, las propuestas de mejora, entre otras.
Además, los entornos donde la comunicación es fluida y las relaciones interpersonales son cómodas constituyen una buena herramienta porque aumentan la productividad y la capacidad de innovación.
4. Atención en las señales del entorno. La verdadera innovación también se desprende del proceso de interiorización de las necesidades del cliente. Por tanto, la fórmula más fiable para asegurar el éxito de la innovación es la atención a las señales del entorno.
La innovación no puede gestionarse al margen del contexto externo de la empresa, por lo que no puede sistematizarse ningún proceso innovador que no contemple, con carácter prioritario, al propio mercado.
5. Incentivo del talento. Un sistema de incentivos adecuado favorece la existencia de un entorno innovador.
6. Seguimiento y evaluación del impacto. Todo proceso de innovación debe acompañarse del establecimiento de unas rutinas de seguimiento, sesiones de formación, análisis de impacto y evaluación del valor aportado.
7. Estructuras horizontales. Las estructuras jerárquicas complican la generación y transmisión de ideas y generación de círculos de innovación.
En cualquier caso, la dirección siempre debe establecer mecanismos de control y herramientas de evaluación para determinar qué proyectos de innovación poseen un valor añadido y en consecuencia los hace meritorios de inversión y de asignación de recursos humanos y técnicos.
fuente:soyentrepeneur
La sistematización del proceso innovador es el punto de origen, y son siete los elementos que aplicados a la empresa aumentarán la capacidad de innovar. Toma nota:
1. Cultura de innovación
Una empresa que defienda la cultura de la innovación favorecerá la generación de un círculo virtuoso que motive los comportamientos innovadores de cualquier miembro o equipo de la empresa.
La empresa debe ser capaz de sostener en el tiempo esta cultura, para aumentar la credibilidad y confiabilidad de todos. Además, siempre debe sustentarse en un líder o líderes, que sean capaces de transmitir ilusión, motivación, implicación y continua predisposición a emprender nuevos proyectos.
2. Equipo humano. Cualquier proyecto o actividad innovadora debe tener un equipo o personal responsable que, respaldado por la dirección, actúe como líder movilizando a las personas, estableciendo los objetivos y planificando el proceso.
3. Herramientas de apoyo. Una empresa favorable a la innovación debe asegurar los procedimientos, herramientas e instrumentos para generar conocimiento y detectar oportunidades: la creación de grupos de trabajo, sesiones en las que se fomente el trabajo en equipo, la creatividad, las propuestas de mejora, entre otras.
Además, los entornos donde la comunicación es fluida y las relaciones interpersonales son cómodas constituyen una buena herramienta porque aumentan la productividad y la capacidad de innovación.
4. Atención en las señales del entorno. La verdadera innovación también se desprende del proceso de interiorización de las necesidades del cliente. Por tanto, la fórmula más fiable para asegurar el éxito de la innovación es la atención a las señales del entorno.
La innovación no puede gestionarse al margen del contexto externo de la empresa, por lo que no puede sistematizarse ningún proceso innovador que no contemple, con carácter prioritario, al propio mercado.
5. Incentivo del talento. Un sistema de incentivos adecuado favorece la existencia de un entorno innovador.
6. Seguimiento y evaluación del impacto. Todo proceso de innovación debe acompañarse del establecimiento de unas rutinas de seguimiento, sesiones de formación, análisis de impacto y evaluación del valor aportado.
7. Estructuras horizontales. Las estructuras jerárquicas complican la generación y transmisión de ideas y generación de círculos de innovación.
En cualquier caso, la dirección siempre debe establecer mecanismos de control y herramientas de evaluación para determinar qué proyectos de innovación poseen un valor añadido y en consecuencia los hace meritorios de inversión y de asignación de recursos humanos y técnicos.
fuente:soyentrepeneur
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