lunes, 28 de noviembre de 2011

Hollywood enseña liderazgo.

El cine, la  televisión, el teatro, y todo aquello que tenga relación con la actuación, atraen la atención de las masas como pocas cosas. El séptimo arte, por ejemplo, mueve un negocio de 32 millones de dólares en todo el mundo. La TV mantiene a los estadounidenses pegados al sofá durante 35 horas a la semana, en promedio, mientras que las salas de teatro mantienen a un público cautivo desde muchos años antes de Cristo.

Respecto de este tema, las principales figuras de la política aceptan el hecho de que la capacidad histriónica y la motivación son habilidades críticas para ellos. Pareciera ser entonces que, en cuanto a liderazgo, el arte de la actuación tiene mucho que enseñar.

¿Qué tiene que ver la actuación con el liderazgo? Más aún, ¿qué puede decir una industria tan grande y exitosa como Hollywood al respecto? A continuación te entregamos cinco reglas que te ayudarán a lograr mayor persuasión cuando te comuniques.

Conoce a tu público

Michael Shurtleff, famoso por escribir “Audition”, un libro que sentó las bases de cómo los directores y productores debían elegir a los actores que aparecerían en las obras, explicaba que “cada escena comienza con el medio. Siempre hay algo que precede a lo que se está haciendo”. Así, antes de entrar en una escena, los actores debían trabajar para ganarse un puesto en el “mundo de la obra” con el fin de conectar con el argumento y el público.   

Entonces, antes de entrar “al escenario” –que en este caso puede ser un discurso, o cualquier tipo de comunicación y anuncio – contesta las siguientes preguntas:

¿Qué genera la audiencia sobre ti, tu empresa, productos o servicios? ¿Qué información te entrega el contexto? ¿Cuáles son las percepciones erróneas y dudas que tiene sobre ti? Éstas se deben resolver. ¿Qué quieren? ¿Cuál es su estado de ánimo? ¿Qué tienen en común?
De no tener las respuestas, la estrategia puede ser ineficaz.

Comenzar en la mitad

Cuenta el actor y escritor, Rob Biesenbach, que cuando estudiaba en Chicago, un día su instructor decidió arrancar las dos primeras páginas de los guiones, con el afán de entregarles un “nuevo punto de partida; comenzar en medio”.

Según explicaba el maestro, tanto la acción, el drama, el conflicto, como el interés humano, están en el medio de un relato y no al principio.

Haciendo una conexión, podríamos decir que la mayoría de las empresas gastan demasiado tiempo en exposiciones -largas introducciones, análisis de la situación, los plazos y la historia-. Lo esencial sería comenzar con lo duro, con el conflicto de todo, y con ello ganarnos la atención del público; un recurso que, por cierto, nació con el cine y el montaje.

Enfoque en las personas

El corazón de cada historia son los personajes. Encontrar a los protagonistas en la historia de tu empresa, y dejar que ellos hablen, es primordial.

Cuenta Biesenbach que en una ocasión trabajó con un fabricante de dulces que buscaban demostrar su compromiso con la calidad y seguridad. Sin embargo, ellos se ponían su enfoque en los procesos y no en la gente.

“Cuando le pregunté lo que sus hijos piensan de lo que hace, ella señaló que el código en la parte inferior de un paquete de caramelos muestra dónde se ha producido”. Y es que cuando sus hijos iban a las tiendas y corrían por los pasillos de dulces examinando los paquetes, sentían el orgullo de saber que su madre los hacía.

De acá es donde se extrajo la calidad del producto: es lo suficientemente bueno para sus clientes, porque ella se aseguraba de que era lo suficientemente bueno para su familia. Este es un mensaje que los datos por sí solos no pueden transmitir.

Mostrar, no decir

El dramaturgo aclamado y guionista aclamado David Mamet ofrece los siguientes consejos sobre la elaboración de historias conmovedoras: "imagina que los personajes no pueden hablar". Las palabras son sólo una manera de comunicarse, pero lo que más vale son los gestos. Como dicen, una imagen vale más que mil palabras.

Emoción

Los mejores actores son aquellos que logran conectarse con el público a través de las emociones.

Al respecto, cada líder tiene que mostrar un atisbo de emoción de vez en cuando. Ya sea que se trata de pasión, orgullo o un poco de indignación, la emoción siempre será una herramienta poderosa para humanizar tu imagen, logrando una mejor comunicación con tu público.

Para citar al experto en marketing. Seth Godin, podemos decir que "el mercado no se ha dejado seducir por la lógica. Las personas se mueven por las historias y el drama".

fuente: altonivel

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