domingo, 27 de noviembre de 2011

Dame un aventon...

Compartir el auto es una tendencia colectiva que crece cada día más en las grandes urbes del mundo. Por ello, Alberto Padilla, junto con Cristina Palacios y Nacho Cordero, decidieron aplicar esta práctica en lugares como la Ciudad de México, donde el tráfico es uno de los principales problemas a los que se enfrentan sus habitantes.

Asimismo, con el paso del huracán Alex que devastó a Monterrey en 2010, la mayoría de los regiomontanos se vieron obligados a “hacer rondas”. Alberto, quien entonces vivía allí y era socio-fundador de rutanet, una comunidad de transportes en línea y de INNKU, una empresa de desarrollo de software,  observó en este fenómeno una buena oportunidad de negocio. Mientras tanto, dos emprendedores defeños, Nacho y Cristina, querían ser pioneros en establecer este funcional sistema en la caótica capital del país donde diariamente circulan más de tres millones de automóviles.

Después de invertir mucho tiempo y dinero de sus propios bolsillos, juntos crearon Aventones, una solución para el congestionamiento vehicular basada en una plataforma Web que busca impulsar en distintas organizaciones la cultura del carpooling.

Pasos para motivar el cambio

Para implantar esta modalidad vial en empleados y estudiantes, la estrategia de Aventones se basa en crear “redes de confianza” cerradas a las que sólo los pertenecientes a la misma institución pueden acceder. Así, los miembros ingresan al portal (www.aventones.com) donde publican sus rutas diarias y preferencias de viaje -que van desde el volumen de la música hasta la posibilidad o no de fumar en la unidad-, y el sistema encuentra automáticamente coincidencias con otras personas y te pone en contacto con ellas.

Una vez que se ha dado de alta el carpool, se realizan estadísticas que muestran datos como la disminución de emisiones de CO2 y del número de vehículos utilizados. Aquellos que acumulen el mayor índice de ahorro en un tiempo determinado reciben atractivos incentivos tales como vales de gasolina, cajones preferenciales de estacionamiento o reconocimientos por parte de la empresa, por ejemplo, el “empleado verde del año”. Además, Aventones también se encarga de diseñar una efectiva campaña de comunicación interna que incluye pláticas, posters y boletines electrónicos para promover este cambio de mentalidad dentro de la organización.

Actualmente, el original emprendimiento ofrece su servicio únicamente a compañías con más de 250 trabajadores, teniendo una amplia cartera de clientes que incluye a gigantes como Costco, Scotiabank, Compartamos Banco, Infonavit y universidades como el ITAM. “Hay una gran tendencia verde en las empresas, por lo que destinan parte de su presupuesto a estas iniciativas”, asegura Alberto.

Hasta hoy, Aventones ha realizado más de 4,000 recorridos en sólo un año de operación y se ha convertido en una firma consolidada que ya se encuentra en pláticas con inversionistas, tanto nacionales como extranjeros, para extender su servicio a otros territorios.

Ola verde digital

Sin duda, una de las apuestas más interesantes de esta marca es la unión de dos industrias rentables y en gran crecimiento: el mundo online y la consciencia ecológica. Alberto afirma que en la región hay grandes alternativas para emprender en ambos sectores y que, lo primordial es que, en el caso mexicano, se cuenta con las habilidades y la capacidad técnica para ganar con éstos.

Por un lado, en nuestro país existen numerosos apoyos públicos y privados a proyectos tecnológicos, tales como el CONACYT, Angel Ventures México, Alta Ventures México y Wayra, una iniciativa latinoamericana que apoya a proyectos digitales innovadores.  “Iniciar un negocio en Internet es divertido, novedoso y de impacto masivo”, afirma Padilla, quien además de ser socio, es el encargado de las TI en Aventones.

Sin embargo, para el emprendedor, la clave para conseguir el éxito en Internet ya no sólo se encuentra en ser rápido y eficiente, sino que también en saber influir de manera positiva en el  entorno, la sociedad y el medio ambiente. “La ola verde es una realidad para cualquier empresa y es una ventana de nuevas oportunidades”, señala el joven empresario, quien asegura que las mejoras no deben venir exclusivamente del Gobierno, sino que de cada uno de los ciudadanos debe poner su granito de arena, “sólo falta creer más en nosotros y meternos en acción", concluye. 

fuente: Belén Gómez.

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