lunes, 20 de febrero de 2012

Acércate al Crowdfunding.

Conseguir los fondos necesarios para hacer realidad un proyecto es uno de los retos más difíciles que enfrenta la carrera de un emprendedor. Cuando se trata de una iniciativa artística o relacionada con la ecología, el panorama puede ser todavía más oscuro. Pero Fondeadora parece haber encontrado la solución.

Esta asociación civil busca unir a emprendedores creativos con fondeadores, es decir, personas interesadas en apoyar la realización de proyectos específicos con una suma determinada de dinero. “Este modelo potencia el que la gente deje de ser espectadora y se convierta en un agente de cambio”, comenta Gustavo Álvarez, director ejecutivo de Fondeadora.

¿Qué reciben los fondeadores a cambio? Una recompensa concreta, que puede consistir en un producto o servicio relacionado con el proyecto que se apoyó, o incluso algo emocional, como la posibilidad de convivir con el emprendedor. Lo que este sistema no da es el derecho a tener una participación accionaria en el emprendimiento, ni a obtener rendimientos futuros sobre la inversión.

Actualmente, Fondeadora cuenta con siete proyectos activos en busca de fondos. “La idea es tener 20 iniciativas activas el próximo año”, asegura Gustavo.
Fuerza colectiva

Fondeadora nació en julio pasado de la mano de Alfonso Tamés, Federico Antoni y Fernando Lelo de Larrea, tres emprendedores ligados al mundo de las finanzas y los medios, y profesores de entrepreneurship en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
“Queremos promover la creación de valor, aunque no estamos acostumbrados a recompensar eso”, explica Alfonso. “Siempre se reconoce más la generación de dinero, y ahí tenemos el caso extremo del narcotráfico”.

Esta iniciativa tiene su modelo base en el crowdfunding o financiamiento colectivo, que consiste en armar una red (en general a través de Internet) para conseguir dinero y otros recursos para apoyar iniciativas de personas u organizaciones. Este sistema fue muy utilizado, por ejemplo, en las campañas políticas de 2008 en Estados Unidos. Y hoy es una alternativa común para la capitalización de start-ups en países como Estados Unidos, el Reino Unido y Holanda.
Por ejemplo, uno de los sitios más consolidados es Kickstarter. En América Latina, ya operan Idea.me y Banana Cash. Pero Fondeadora es la primera plataforma 100% mexicana.
“En el caso de Fondeadora, es clave que la persona que aporta dinero tenga claro cuál va a ser el beneficio que va a recibir a cambio”, dice Alfonso. “No se trata de hacer donaciones, sino de apoyar el desarrollo de un concepto o producto que queremos tener, la creatividad mexicana y, de paso, recibir una recompensa”.

Requisitos

Para poder ser parte de las iniciativas apoyadas por Fondeadora, el primer paso es registrar tu proyecto en su página Web. Eso sí, hay que cumplir algunos requisitos:
Que se trate, obviamente, de un proyecto lícito.
Que la idea sea concreta y limitada en el tiempo, es decir, con una fecha de inicio y finalización.
Ofrecer recompensas claras para cada uno de los fondeadores.
Es ideal que los proyectos también tengan un impacto positivo en la comunidad donde se desarrollen.
Contar con una cuenta del sistema PayPal para recibir las aportaciones (con lo que Fondeadora no tiene acceso a los datos bancarios de los emprendedores ni contacto con el dinero de las aportaciones).
Si el proyecto se fondea en el tiempo límite, o incluso supera su objetivo, el emprendedor recibe los recursos para realizar su proyecto y entregar sus recompensas a los fondeadores. Sólo hay dos cargos: la comisión de PayPal por la administración de las transacciones y el 5% del monto reunido para el mantenimiento de la plataforma de Fondeadora.

Esta asociación civil ya logró fondear varios proyectos. El primero fue Noala Guerra, ¡Sí a la Bici!, la iniciativa de un músico que unirá Mexicali y Cancún en bicicleta.
El objetivo de Noala –el nombre “artístico” de Jorge Guerra, creador del proyecto– es promover el uso de la bicicleta como medio de transporte alternativo en México y llamar la atención a las autoridades sobre la necesidad de mejores rutas e infraestructura para los ciclistas que circulan por las principales ciudades del país.

La iniciativa del emprendedor logró recaudar $106,100, que se utilizarán para costear los alimentos y bebidas isotónicas, hospedaje y reparaciones de su bicicleta durante los 5,800 kilómetros y los 90 días que durará el viaje, que comenzó el pasado 16 de septiembre.

¿Cuáles fueron las recompensas para los fondeadores? Desde playeras conmemorativas y postales autografiadas por Noala hasta premios institucionales, como un concierto privado o una mención como productor asociado en el próximo disco del emprendedor.

La siguiente gran apuesta de Fondeadora también tuvo que ver con bicicletas. BambooCycles (www.bamboocycles.com) es un emprendimiento que diseña y fabrica bicicletas de bambú en la Ciudad de México.
“Nuestro objetivo es que sean bicicletas ligeras, resistentes y amigables con el medio ambiente”, explica Diego Cárdenas, su fundador, quien estudió la carrera de Diseño Industrial en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Su mercado principal son personas a las que, sin ser deportistas, les gusta el ejercicio y han incorporado a la bicicleta a su estilo de vida (por ejemplo, para ir a su trabajo). Son productos con un alto componente de diseño y que, entre otras ventajas, no requieren de mantenimiento.
La empresa nació en septiembre de 2010 y ha vendido más de 80 bicicletas a través de Internet, exposiciones y por las recomendaciones de boca en boca. De ese total, 10 se colocaron en el extranjero, en países como Estados Unidos, Guatemala y Polonia. “Nuestras ventajas son el diseño a la medida, la fabricación artesanal y el precio”, aclara Diego.

La construcción de un taller para Bamboocyles fue el primer proyecto que se subió a la plataforma de Fondeadora, pero no tuvo éxito, entre otras razones porque las recompensas no resultaron atractivas.
“El modelo es nuevo y todavía estamos en un proceso de aprendizaje”, comenta Gustavo. “Lo que queremos transmitir es que no importa si no logras fondearte al primer intento, la clave está en aprender del error y volver a intentarlo”.

Después Bamboocyles apostó por conseguir los fondos que necesita para desarrollar y fabricar 20 bicicletas de entrenamiento (sin pedales) para niños de uno a cinco años, mismo que se logró fondear el pasado dos de enero.
Entre las recompensas para quienes hicieron su aportación hubo stickers, gorras, canastillas y bicicletas para los fondeadores más importantes. “La realidad es que no tengo un familiar o conocido que pueda prestarme el dinero que necesitamos para hacer crecer el negocio. Sin embargo, esta alternativa nos permite desarrollar un nuevo producto y probarlo en el canal de preventa sin tener que hacer una inversión inicial fuerte”, finaliza Diego.

Yo quiero ser fondeador

Para aportar dinero para un proyecto, sólo debes seguir estos pasos. ¡Es muy fácil!
Ingresa a la página de Fondeadora y elige un proyecto entre la lista de iniciativas en busca de apoyo.
Define cuánto deseas aportar, lo que se traducirá en una recompensa. Los montos, dependiendo de la iniciativa, pueden ir desde $100 hasta $25,000.
Luego, debes registrar tus datos (nombre, apellido, ciudad y dirección de correo electrónico). Con tu mail como usuario, necesitarás elegir una contraseña.
El último paso es registrar tu aportación con una tarjeta de crédito por medio de la página de PayPal. Inmediatamente recibirás un correo de preaprobación de la operación. “El pago se hará efectivo sólo si se alcanza la meta del proyecto durante el periodo establecido”, aclara Gustavo, de Fondeadora.

fuente:soyentrepeneur

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