El Facing es una técnica mediante la cual se gestiona la posición, en los lineales, de los productos. Además, se utiliza para que una tienda parezca más ordenada y llena. Es la forma mediante la cual se administran el “número de caras” de un producto que se exponen.
Habitualmente, va directamente relacionado con lo que paga cada productor, de forma que quien invierte más en publicidad puede disponer de un mayor espacio de productos.
Dicha cantidad resulta muy decisiva en la efectividad de las ventas. Por lo que es necesario entender tres aspectos fundamentales para el correcto uso de esta simple técnica:
Dicha cantidad resulta muy decisiva en la efectividad de las ventas. Por lo que es necesario entender tres aspectos fundamentales para el correcto uso de esta simple técnica:
1. La visualización del cliente es la clave. En un entorno repleto de mensajes y estímulos, la atención del potencial comprador se convierte en selectiva. Por lo tanto, el producto que deseas potenciar requerirá de un mínimo de presencia para ser visto de forma eficiente.
2. La percepción de relevancia que el cliente obtenga de la presentación es vital. Los clientes compran lo relevante – pues siguen la tendencia de la mayoría – y es más relevante aquel producto que tiene más presencia.
3. Las ventas de un producto dependen en gran medida de la cantidad de unidades del mismo producto que exhibas juntas en la estantería.
4. Usa esta técnica para determinar la cantidad de envases o presentaciones de un producto que pongas en la estantería. De esto dependerá lo que vean tus clientes
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