lunes, 25 de julio de 2011

Los 10 Errores más comunes de los emprendedores según el WSJ.

Los fallos que cometen los nuevos empresarios parecen seguir una misma pauta a nivel global. Muchos que han puesto en marcha su propia compañía suscribirían el decálogo de errores que ha diagnosticado The Wall Street Journal.
El problema parece ser, sobre todo, la dificultad de encontrar un término medio. Por ejemplo, es tan malo lanzarse sin ayuda a una aventura empresarial como pedirles consejo a demasiadas personas, ya que esto último puede llegar a enterrar una idea.

También es igual de perjudicial carecer un plan de negocio (una hoja de ruta con cuánto tiempo y dinero va a necesitar para alcanzar su meta), como pensar demasiado en la estrategia, pues esto fomenta el pánico de “no estar 100% seguros de que el plan tendrá éxito”.
La financiación también es una cuestión de equilibrio. “Muchas nuevas empresas asumen que todo lo que necesitan es suficiente dinero para alquilar espacio, comprar equipos, llenar el inventario y conseguir que los clientes entren por la puerta, pero olvidan que también necesitan capital para pagar por salarios, servicios públicos y otros gastos hasta que la empresa comience a generar ganancias”, asevera The Wall Street Journal.

El exceso tampoco es bueno, ya que “las compañías con demasiados fondos tienden a volverse grandes e hinchadas, contratando a demasiadas personas muy pronto y desperdiciando recursos valiosos en quioscos de ferias de negocios, fiestas, publicidad de imagen y otros”.

En el decálogo hay otros errores que son todo un clásico. Por ejemplo: centrarse mucho en el producto que se quiere vender y descuidar, al mismo tiempo, las preferencias reales del consumidor. “Los empresarios que emplean demasiado tiempo haciendo ajustes pueden perder clientes a manos de competidores con una organización de ventas más fuerte”, afirma el rotativo norteamericano.



Hay otros dos errores que se derivan de esta falta de atención hacia los usuarios. Uno de ellos es el de volcarse en un mercado de nicho, una “opción tentadora” pero que impide “obtener una porción más grande del pastel, aún si su empresa apenas es un pequeño participante”.

Los emprendedores, además, rara vez buscan un socio distribuidor, e ignoran que “es mucho más fácil penetrar en un mercado si ya existe una red de agentes, intermediarios, representantes de fábrica y otros revendedores listos y disponibles”.

Sea como fuere, no hay que obsesionarse con la publicidad si no se quiere incurrir en otro de los fallos. Y es que, gastar mucho dinero en marketing puede atraer a muchos compradores, pero es una estrategia que lleva a perder dinero si la empresa no puede convertir esa inversión en clientes fieles”.

Con estos mimbres, así queda el decálogo de errores que comenten los emprendedores:
  1. Lanzarse solo
  2. Pedirle consejo a demasiadas personas
  3. Dedicarle demasiado tiempo al desarrollo de productos y no lo suficiente a las ventas
  4. Enfocarse en un mercado demasiado pequeño
  5. Entrar en un mercado sin un socio distribuidor
  6. Pagar de más por clientes
  7. Recaudar muy poco capital
  8. Recaudar demasiado capital
  9. No tener un plan de negocios
  10. Pensar demasiado sobre su plan de negocios

Errores genéricos

Los errores más comunes del emprendedor se engloban en tres áreas: la falta de equilibrio, la mala planificación y la deficiente configuración del equipo que va a desarrollar el negocio. Estos tres errores están relacionados entre sí, ya que cualquiera de ellos implica a los otros.

La falta de equilibrio viene dada por que toda actividad empresarial debe contemplar tres ámbitos de actuación: la actividad productiva, la comercial y la gestión. El equilibrio entre esos tres ámbitos debe mantenerse siempre, de nada sirve tener un bien producto si no sabemos venderlo, un buen producto con éxito de ventas tampoco garantiza la perdurabilidad de la empresa si la gestión es deficiente, una buena estrategia comercial con un mal producto no será efectiva en el largo plazo, etc., etc., etc.

La mala concepción del equipo viene dada, en muchos casos, por esa falta de equilibrio. Si no somos capaces de componer un equipo que pueda cubrir esas tres áreas, tendremos problemas para que la empresa subsista. En cuanto a la mala planificación, no definir adecuadamente nuestros objetivos y nuestras estrategias para alcanzarlos, o una deficiente planificación financiera van a lastrar, antes o después, nuestra actividad.

La lista de WSJ dentro de los errores genéricos

Podemos hacer converger las dos listas de una manera muy sencilla. La falta de equilibrio es la razón manifiesta de dedicarle demasiado tiempo al desarrollo de productos y no lo suficiente a las ventas, sobre todo en los casos de las empresas que se componen, en origen, de personas que se dedican a la actividad productiva.

Errores como emprender solo o pedirle consejo a demasiadas personas, evidencian una deficiente composición del equipo. El resto, no tener un plan de negocios o pensárselo demasiado, errores de política financiera a la hora de recaudar poco o mucho capital, etc., se corresponden con una mala planificación.

La lista de los diez errores de WSJ podría ampliarse a 20, 50 ó 200, porque los emprendedores cometen muchísimos fallos en su intento de crear empresas sostenibles, la inexperiencia hace casi inevitable que se cometan fallos. En mi opinión, cuidando las tres áreas de actuación, la posibilidad de equivocarse se reduce.

fuente:expansion

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