lunes, 12 de marzo de 2012

Crea la personalidad de marca de tu franquicia.

El gran éxito de las grandes compañías muchas veces se obtiene gracias a una marca potente, con personalidad propia. Gracias a este elemento, sus oportunidades de llegar a los consumidores son mucho mayores.

Ser la franquicia líder en el mercado no significa ser la que mayor volumen de beneficios obtiene, sino ser identificada como tal por parte de los consumidores, es decir, contar con un reconocimiento que sitúe como líderes.

De hecho, sin este requisito es imposible llegar a convertirse en líder de ventas en ningún sector, dada la influencia de los medios de comunicación sobre el consumidor actual.

Pero, ¿Cómo construyen la personalidad de su marca las franquicias exitosas?

- Lograr un reconocimiento de marca implica un primer paso, saber qué tipo de reconocimiento de marca queremos lograr.

- Para llegar a este punto tenemos que cumplir con dos fases clave del proceso comunicativo: El emisor (la empresa) debe, en primer lugar, definir el mensaje, crear la marca para, a continuación, difundirla a través del canal adecuado. El canal quedará definido a través de la estrategia de medios, diseñada en función del receptor al que debamos dirigirnos, nuestro target.

- Para crear la marca, hay que tener muy claro qué empresa somos, qué vendemos, a qué target nos dirigimos y, en función de todo ello, diseñar un nombre, una imagen y unos valores para definir nuestra marca.

- Al incluir “valores” a la marca, obtienes el “carácter” que determina cómo se proyectará tu producto, es decir, la personalidad.

Según lo detalla el publicista español Álvaro Gutiérrez de Cabiedes, en el blog “Marketing take away”, existen tres tipos de valores:

Primero, están  los valores llamados “higiénicos”, que la marca debe tener aun cuando no le entreguen ventaja alguna. Aunque la falta de éstos, si le pueden dar cierta desventaja.

Por otro lado, están los llamados valores “específicos”, que señalan algo que debe existir, y que forma parte del resto de los valores de nuestro producto. Se trata en definitiva de reglas establecidas por el mercado, pero que de igual manera forman parte de tu imagen.

Por último, se ubican los valores “diferenciales”, éstos entregan el denominado valor agregado a la empresa y marcan la diferencia con la competencia.

- No olvides que aunque el producto debe tener calidad suficientemente alta como para soportar la comparación con la competencia, son las características emotivas, el envase, la publicidad y el precio las que determinan el valor de una marca. Todas éstas son responsabilidad del franquiciante.

- Las medidas orientadas hacia el cuidado de esta imagen creada por la empresa deben estar estipuladas en forma detallada en el conjunto de manuales que componen el Know How.

fuente:soyentrepeneur

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