A pesar de que convertir tu negocio en franquicia puede
ser la mejor forma para expandirte y llegar a otros mercados, no es la
única opción. Al franquiciar podrás tener grandes ventajas como procesos
estandarizados, socios confiables y la oportunidad de tener éxito
mediante el trabajo de una red.
Te presentamos algunos modelos que puedes elegir para crecer tu empresa. Sin embargo, debes tener en cuenta que estas opciones tienen algunas desventajas como la pérdida de control y la inhabilidad de construir una marca.
Además, éstas pueden ser igual de costosas y requieren igualmente trámites legales. Por lo que vale la pena analizarlas y considerar sus pros y contras.
Conoce otras tres alternativas para franquiciar:
1. Licenciar y vender oportunidades: Cuando creas una franquicia, prácticamente lo que estás haciendo es dejar que otras personas usen tu marca. Si no deseas franquiciar, una buena opción es dejar que otra persona cree una versión de tu negocio, bajo su propio nombre. Esto es conocido como licencia.
Como licenciante no necesitas cumplir con los mismos requisitos legales que como franquiciante, lo que hace que la tramitología y el aspecto legal sea menos compleja. El mayor inconveniente de este modelo es que inhibe la construcción de una marca. Esto puede ponerte en gran desventaja al competir contra franquicias, cuya publicidad y mercadotecnia puede ser más efectiva al ser una sola marca. Pero si el branding no es un tema importante para ti, puedes apostar por este modelo.
2. Licencias de marca registrada: Una segunda opción es licenciar tu marca, lo cual es muy parecido a franquiciar. Pero la diferencia se encuentra en que un franquiciante debe otorgar soporte técnico y supervisar los procesos de cada sucursal. Cuando licencias una marca, no debes entregar ningún tipo de asistencia, capacitación, manuales o consejos de administración.
Desgraciadamente, existen muy pocas marcas donde el nombre sea tan valioso que la gente esté dispuesta a pagar por él sin recibir ninguna ayuda para establecer el negocio. Incluso, si puedes licenciar tu marca debes pensar cuidadosamente si quieres que alguien use tu nombre sin tú tener el poder de controlarlo. Un operador ineficiente puede terminar por destruir la marca que tanto tardaste en construir.
3. La ruta “sin cuota”: La tercera alternativa a franquiciar incluye ofrecer a las personas interesadas una opción que no requiere una cuota de entrada. Esto significa que no recibirás nada de las ganancias directas. Pero debes estructurar estas transacciones en una forma que sea diferente a las franquicias, las cuales, por definición, piden cuota inicial, regalías y cuota de publicidad, capacitación o equipamiento.
Entonces, puedes no cobrar cuotas iniciales pero permitir a alguien que inicie con la distribución o comercialización de tus productos o servicios, de los cuales tú ganarás dinero con el margen de beneficio de las ventas al por mayor. O puedes permitir a otros que sean representantes de ventas, donde tú recolectes todas las ganancias y les entregues una comisión por venderlas. Otra opción es que tú y otro se asocien para crear un negocio en conjunto del cual pueden compartir la pertenencia del negocio, y tú única compensación sea de las ganancias.
Para decidir qué alternativa te conviene más, hazte estas tres preguntas básicas:
- ¿Quiere construir una marca?
- ¿Quiere controlar mi marca o entregar asistencia a mis operadores?
- ¿Cómo quiero ser compensado?
Una vez que respondiste estas preguntas, es más fácil determinar qué estrategia de expansión es más probable que maximice el valor de tu modelo de negocio.
fuente: Mark Siebert
Te presentamos algunos modelos que puedes elegir para crecer tu empresa. Sin embargo, debes tener en cuenta que estas opciones tienen algunas desventajas como la pérdida de control y la inhabilidad de construir una marca.
Además, éstas pueden ser igual de costosas y requieren igualmente trámites legales. Por lo que vale la pena analizarlas y considerar sus pros y contras.
Conoce otras tres alternativas para franquiciar:
1. Licenciar y vender oportunidades: Cuando creas una franquicia, prácticamente lo que estás haciendo es dejar que otras personas usen tu marca. Si no deseas franquiciar, una buena opción es dejar que otra persona cree una versión de tu negocio, bajo su propio nombre. Esto es conocido como licencia.
Como licenciante no necesitas cumplir con los mismos requisitos legales que como franquiciante, lo que hace que la tramitología y el aspecto legal sea menos compleja. El mayor inconveniente de este modelo es que inhibe la construcción de una marca. Esto puede ponerte en gran desventaja al competir contra franquicias, cuya publicidad y mercadotecnia puede ser más efectiva al ser una sola marca. Pero si el branding no es un tema importante para ti, puedes apostar por este modelo.
2. Licencias de marca registrada: Una segunda opción es licenciar tu marca, lo cual es muy parecido a franquiciar. Pero la diferencia se encuentra en que un franquiciante debe otorgar soporte técnico y supervisar los procesos de cada sucursal. Cuando licencias una marca, no debes entregar ningún tipo de asistencia, capacitación, manuales o consejos de administración.
Desgraciadamente, existen muy pocas marcas donde el nombre sea tan valioso que la gente esté dispuesta a pagar por él sin recibir ninguna ayuda para establecer el negocio. Incluso, si puedes licenciar tu marca debes pensar cuidadosamente si quieres que alguien use tu nombre sin tú tener el poder de controlarlo. Un operador ineficiente puede terminar por destruir la marca que tanto tardaste en construir.
3. La ruta “sin cuota”: La tercera alternativa a franquiciar incluye ofrecer a las personas interesadas una opción que no requiere una cuota de entrada. Esto significa que no recibirás nada de las ganancias directas. Pero debes estructurar estas transacciones en una forma que sea diferente a las franquicias, las cuales, por definición, piden cuota inicial, regalías y cuota de publicidad, capacitación o equipamiento.
Entonces, puedes no cobrar cuotas iniciales pero permitir a alguien que inicie con la distribución o comercialización de tus productos o servicios, de los cuales tú ganarás dinero con el margen de beneficio de las ventas al por mayor. O puedes permitir a otros que sean representantes de ventas, donde tú recolectes todas las ganancias y les entregues una comisión por venderlas. Otra opción es que tú y otro se asocien para crear un negocio en conjunto del cual pueden compartir la pertenencia del negocio, y tú única compensación sea de las ganancias.
Para decidir qué alternativa te conviene más, hazte estas tres preguntas básicas:
- ¿Quiere construir una marca?
- ¿Quiere controlar mi marca o entregar asistencia a mis operadores?
- ¿Cómo quiero ser compensado?
Una vez que respondiste estas preguntas, es más fácil determinar qué estrategia de expansión es más probable que maximice el valor de tu modelo de negocio.
fuente: Mark Siebert
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